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Conclusiones clave
- El acero O1 es un acero para herramientas de endurecimiento por aceite ideal para el trabajo en frío, que requiere un tratamiento térmico preciso para un rendimiento óptimo.
- Los pasos clave en la Guía de Tratamiento Térmico del Acero O1 incluyen el precalentamiento, la austenización, el temple y el revenido para lograr la dureza y tenacidad deseadas.
- La composición química del acero O1, en particular su contenido de carbono y manganeso, influye significativamente en sus propiedades mecánicas y su resistencia al desgaste.
- A pesar de sus ventajas, el acero O1 tiene limitaciones como baja resistencia a temperaturas elevadas y susceptibilidad a la descarburización y al agrietamiento durante el tratamiento térmico.
- El control adecuado de los procesos térmicos y la prevención de fallos de diseño son esenciales para evitar deformaciones y garantizar el éxito del tratamiento térmico del acero O1.
Tabla de contenido



Acero para herramientas O1 Es un material fundamental en aplicaciones de trabajo en frío, ampliamente utilizado en la fabricación de diversos moldes y herramientas. Su designación “O” indica que es un acero de endurecimiento por aceite. El excepcional potencial del acero O1 solo se puede aprovechar al máximo mediante tratamiento térmico. El rendimiento y la vida útil de una herramienta dependen completamente de la precisión del proceso de mecanizado. tratamiento térmico proceso. Si el control del proceso es inadecuado, las propiedades del material se verán significativamente comprometidas.
Para lograr propiedades mecánicas óptimas, el proceso de tratamiento térmico para O1 debe adherirse estrictamente a cuatro pasos críticos consecutivos:
- PrecalentamientoPrepara el material para su posterior calentamiento a alta temperatura y reduce la tensión térmica.
- AustenitizaciónCalentar por encima de la temperatura crítica para inducir una transformación en la estructura interna del acero.
- EnfriamientoNormalmente, se utiliza un enfriamiento rápido en aceite para lograr una alta dureza.
- TempladoRecalentar a una temperatura más baja para ajustar la dureza, eliminar la fragilidad y mejorar la tenacidad.
El objetivo de todo el proceso es lograr un estado de equilibrio ideal para el acero para herramientas O1 mediante el control preciso de parámetros como la duración del calentamiento, la temperatura y el medio de enfriamiento. Este equilibrio garantiza que el acero posea alta dureza, alta resistencia al desgaste y la tenacidad suficiente para satisfacer las exigencias de entornos de trabajo en frío rigurosos.
Comprensión del acero para herramientas O1: clasificación, composición y propiedades fundamentales
El acero para herramientas O1 (número UNS T31501) pertenece a la familia de aceros para herramientas de trabajo en frío con endurecimiento por aceite. En la industria se le conoce como acero de uso general o de gran resistencia, ya que es fácil de conseguir y relativamente económico.
Composición química y su impacto en el rendimiento
El rendimiento ideal del O1 se debe a su precisa combinación de alto contenido de carbono y niveles moderados de elementos de aleación.
- Carbono (C) – 0,85% a 1,00%: Este es el elemento principal del acero O1. Un contenido tan elevado de carbono es la base de su capacidad para desarrollar una estructura martensítica de alta dureza tras el temple.
- Manganeso (Mn) – 1,00% a 1,40%: El manganeso desempeña un papel crucial. Estabiliza eficazmente la fase austenítica y reduce la temperatura crítica de transformación (A1). Esto permite que el acero O1 alcance el endurecimiento mediante temple a temperaturas relativamente bajas.
- Tungsteno (W) y cromo (Cr) – de 0,40% a 0,60% cada uno: Estos elementos se utilizan principalmente para mejorar la durabilidad. El tungsteno (W) contribuye a la alta resistencia a la abrasión y a la capacidad de corte del acero. El cromo (Cr) también mejora significativamente la templabilidad y la resistencia al desgaste.
- Vanadio (V) – típicamente hasta 0,30%: Sirve como elemento de aleación suplementario.
Aplicaciones típicas
El acero O1 presenta una excelente resistencia al desgaste a temperaturas normales, lo que lo hace muy adecuado para la fabricación de diversos troqueles y componentes para trabajo en frío, incluidos: troqueles de troquelado, troqueles de acuñación, troqueles de embutición, troqueles de conformado, calibres, guías de máquinas, moldes de plástico, cuchillas de corte y troqueles de recorte.
A pesar de su amplia gama de aplicaciones, O1 tiene dos limitaciones principales que deben observarse estrictamente:
- El acero O1 presenta una resistencia extremadamente baja al ablandamiento a altas temperaturas. Una vez que la herramienta se calienta durante su funcionamiento debido a la fricción u otros factores, pierde dureza rápidamente. Su aplicación se limita estrictamente a entornos de baja temperatura (temperatura ambiente). Carece de dureza en caliente.“
- El acero O1 es propenso a la descarburización y al agrietamiento durante el tratamiento térmico, lo que exige un control estricto del proceso de tratamiento térmico.
Los cuatro pasos para un tratamiento térmico adecuado del acero para herramientas O1
El rendimiento y la vida útil de las herramientas y matrices dependen totalmente de la precisión del proceso de tratamiento térmico. Las propiedades del acero O1 deben lograrse mediante una fórmula estrictamente controlada que comprende cuatro etapas clave: precalentamiento, austenización, temple y revenido.
Fase 1: Precalentamiento del acero para herramientas O1
Su propósito es elevar de forma segura la temperatura de la pieza de trabajo como preparación para la posterior etapa de austenización a alta temperatura. La temperatura de precalentamiento es de 650 °C (1200 °F), a la cual se mantiene la pieza de trabajo durante 10 a 15 minutos o hasta que toda su sección transversal se caliente de manera uniforme.
Las cuatro funciones clave del precalentamiento:
- Reduce el choque térmico: Introducir una pieza fría directamente en un horno de alta temperatura provoca un choque térmico severo. El precalentamiento reduce significativamente el riesgo de deformación o agrietamiento excesivos.
- Alivio de tensiones: El precalentamiento ayuda a liberar las tensiones internas generadas durante los procesos de mecanizado o conformado.
- Preacondicionamiento de la microestructura: Este paso preajusta la estructura interna del acero, facilitando su transformación en martensita durante los pasos de temple posteriores.
- Minimiza los efectos superficiales: En hornos con atmósferas no neutras, el precalentamiento ayuda a reducir el grado de descarburación o carburación que se produce en la superficie de la pieza de trabajo.
¡Evite estrictamente tiempos de mantenimiento prolongados! El acero O1 no debe mantenerse a la temperatura de precalentamiento de 1200 °F (650 °C) durante demasiado tiempo, ya que esto alterará la estructura molecular y afectará negativamente las propiedades finales.
Un pequeño consejo práctico: al introducir una pieza en un horno ya calentado a 650 °C, se recomienda colocarla primero en la parte superior del horno durante un breve periodo para eliminar el frío. Esto sirve como precaución adicional para reducir aún más el riesgo de choque térmico.
Fase 2: Austenización (Endurecimiento)
Esta es la segunda operación importante de tratamiento térmico. El acero se calienta a una temperatura específica para transformar su estructura interna en austenita uniforme y disolver los carburos en la solución sólida.
La temperatura de austenización recomendada para O1 es de 815 °C (1500 °F), con un rango general de 760 °C (1400 °F) a 870 °C (1600 °F). El tiempo de mantenimiento es de 5 minutos adicionales por cada pulgada de espesor mínimo de la sección transversal. Por ejemplo, si la sección más delgada de la pieza mide 2 pulgadas, el tiempo de mantenimiento es de 10 minutos. Un tiempo de mantenimiento insuficiente provoca una disolución inadecuada de los elementos de aleación, lo que resulta en un endurecimiento no uniforme. Para piezas con un espesor superior a 1 pulgada (25 mm), el tiempo de mantenimiento debe incrementarse proporcionalmente.
Controlar la temperatura es fundamental. Si la temperatura es demasiado alta, se producirá una disolución excesiva de los carburos de la aleación. Esto conlleva un exceso de carbono en la austenita, lo que reduce la temperatura de inicio de la transformación martensítica (Ms) y, en última instancia, aumenta la austenita retenida tras el endurecimiento. La austenita retenida disminuye la dureza y la estabilidad dimensional del acero. Si la temperatura es demasiado baja, la pieza puede no endurecerse completamente, lo que podría provocar fisuras.
Fase 3: Enfriamiento: Requisitos de aceite
Para lograr la dureza y profundidad de endurecimiento requeridas, se debe utilizar aceite como medio de enfriamiento. La temperatura del aceite de enfriamiento no debe descender por debajo de 80 °C (176 °F), y este debe agitarse vigorosamente para asegurar una transferencia de calor uniforme a la pieza. La pieza debe enfriarse en el aceite hasta que su temperatura alcance entre 52 °C y 65 °C (125-150 °F), momento en el que debe retirarse. Cuando la pieza alcance entre 52 °C y 65 °C, debe transferirse inmediatamente al horno de revenido. El acero templado alcanza una dureza extremadamente alta (normalmente 64-65 HRC), pero también está sometido a altas tensiones y es frágil. El revenido tardío hace que el acero sea muy susceptible al agrietamiento por temple. Si el revenido inmediato es inevitable, se recomienda mantener el acero entre 50 °C y 100 °C mientras se espera el revenido.
Un punto técnico adicional es que el El endurecimiento del acero (transformación martensítica) se produce a temperaturas inferiores a los 205 °C (400 °F). Mientras la pieza se mantenga por encima de los 205 °C, seguirá siendo relativamente blanda, y aún podrían ser viables pequeñas operaciones de enderezado.
Fase 4: Templado del acero para herramientas O1
El revenido es la etapa final del tratamiento térmico del acero para herramientas O1 después del temple. Si bien el temple le confiere al acero una dureza extrema, también lo deja en un estado peligroso de alta tensión y fragilidad. El objetivo principal del revenido es eliminar estas tensiones internas críticas, a la vez que se incrementa la tenacidad y la ductilidad del acero y se garantiza la estabilidad dimensional final. Durante el proceso de revenido del acero O1, la dureza disminuye progresivamente a medida que aumenta la temperatura.
El rango de temperatura de revenido más común para el acero O1 es de 149 °C a 232 °C (300 °F a 450 °F). El revenido dentro de este rango de temperatura permite que el acero O1 mejore significativamente su tenacidad, manteniendo una dureza muy alta, que suele alcanzar entre 62 y 63 HRC. La temperatura más utilizada es de 175 °C (350 °F). El tiempo de permanencia a la temperatura de revenido debe ser suficiente para garantizar una penetración térmica completa. Por cada 25 mm (1 pulgada) de espesor de sección transversal, se requiere un tiempo de permanencia de 2 horas a la temperatura de revenido. Debe evitarse estrictamente el revenido insuficiente. Tras el mantenimiento del revenido, se recomienda enfriar la pieza lentamente al aire libre para minimizar la generación de nuevas tensiones residuales durante el enfriamiento.
El acero para herramientas O1 normalmente solo requiere un revenido. Sin embargo, para maximizar sus propiedades metalúrgicas —como refinar el tamaño de grano, mejorar la resistencia al desgaste o lograr una mayor eliminación de tensiones— a veces se prefiere un doble revenido. Este revenido secundario puede realizarse a una temperatura ligeramente inferior o prácticamente a la misma para asegurar una transformación microestructural completa y mejorar la estabilidad microestructural.
A medida que aumenta la temperatura de revenido, la dureza y la resistencia del acero a temperatura ambiente generalmente disminuyen, mientras que la ductilidad aumenta. Para el acero para herramientas O1, los valores típicos de dureza después del revenido son1:
| Temperatura de revenido (°F) | Temperatura de revenido (°C) | Dureza (HRC) |
| Como se apagó | Como se apagó | 64–65 |
| 300 | 150 | 63 |
| 350 | 177 | 62–63 |
| 400 | 204 | 62 |
| 500 | 260 | 60 |
| 600 | 316 | 57 |
| 700 | 371 | 53 |
| 800 | 427 | 50 |
| 900 | 482 | 47 |
| 1000 | 538 | 44 |
| 1100 | 593 | 39 |
Características de rendimiento y prevención de fallos
Debemos permanecer vigilantes ante los posibles riesgos de fallo en el acero para herramientas O1 causados por procedimientos de tratamiento térmico inadecuados, defectos del material o un diseño de herramientas inadecuado.
Dureza y propiedades mecánicas
El acero O1 suele presentar una dureza de trabajo de entre 56 y 62 HRC. Además de su elevada dureza, el acero O1 demuestra propiedades mecánicas superiores, especialmente en comparación con Acero para herramientas D2:
- Mayor resistencia a la tracción: En las pruebas de tracción, O1 alcanza una resistencia a la tracción de 829 MPa, superando significativamente los 411 MPa de D2.
- Buena ductilidad: O1 presenta una marcada estricción (una reducción de 19,7% en el área de la sección transversal) antes de la fractura. Este comportamiento de estricción es un claro indicador de la buena ductilidad y tenacidad del material. En contraste, D2 prácticamente no muestra estricción, con solo una reducción de 1,3% en el área, lo que demuestra su fragilidad.
Entre los aceros de la serie O, el acero O1 tiene la mayor tenacidad al impacto en su rango típico de dureza de trabajo de 57 a 64 HRC.
Control de la distorsión y la estabilidad dimensional
El acero para herramientas O1 presenta un riesgo moderado de deformación durante el tratamiento térmico. En contraste, el acero de endurecimiento por agua presenta un alto riesgo de deformación, mientras que el acero de endurecimiento por aire presenta un riesgo menor. El temple en aceite, en lugar del temple en agua, es el factor clave para minimizar el riesgo de deformación del acero O1.
La deformación durante el tratamiento térmico se debe principalmente a la tensión térmica y a la tensión de transformación de fase. Para el acero O1 templado en aceite a la temperatura de tratamiento térmico adecuada, el aumento dimensional esperado es de aproximadamente 0,0015 pulgadas por pulgada (0,0015 milímetros por milímetro). Por ejemplo, una pieza de acero O1 de 100 milímetros de longitud aumentará su tamaño en aproximadamente 0,15 milímetros después del tratamiento térmico, que es la cantidad de cambio esperada.
Para minimizar el riesgo de deformación y agrietamiento en el acero O1 durante el tratamiento térmico, las siguientes medidas son fundamentales:
- Antes del temple formal a alta temperatura, se debe emplear un ciclo de precalentamiento adecuado para eliminar eficazmente las tensiones internas que puedan haberse desarrollado durante el mecanizado.
- Durante la fase de diseño, los diseñadores deben estrictamente evitar Incorporar las siguientes características a la pieza de trabajo, ya que actúan como puntos de concentración de tensiones que aumentan significativamente la probabilidad de grietas por temple y deformación:
- Bordes y esquinas afiladas.
- Proximidad entre secciones gruesas y secciones delgadas.
- Marcas de estampado.
- Orificios espaciados incorrectamente.
- Para piezas que se someten a un mecanizado posterior extenso tras un tratamiento térmico, como rectificado de precisión o electroerosión, se recomienda encarecidamente un revenido de alivio de tensiones. Esto se debe a que estos procesos posteriores reintroducen nuevas tensiones en la superficie del material endurecido. La temperatura de este revenido debe ser entre 14 °C y 28 °C (25 °F y 50 °F) inferior a la temperatura del revenido final (principal) para aliviar eficazmente las tensiones recién introducidas sin reducir significativamente la dureza.
Evitar la descarburación y el agrietamiento
Para garantizar la seguridad absoluta durante el procesamiento a altas temperaturas, es esencial prevenir la descarburización y evitar la “martensita sin templar”.
La descarburación se refiere a la pérdida de carbono superficial del acero a altas temperaturas. Esto produce una capa blanda en la superficie de la pieza, lo que hace que las herramientas sean propensas a un desgaste rápido durante su uso. Si bien el acero O1 generalmente se considera que posee una alta resistencia a la descarburación, como medida de precaución, sus procesos de recocido o temple (endurecimiento) deben realizarse en una atmósfera neutra controlada, por ejemplo, utilizando hornos de vacío, hornos de atmósfera protectora o baños de sales neutras.
La martensita recién templada o sin revenido es altamente frágil. Esta estructura resulta de la transformación de la austenita retenida durante el enfriamiento. El revenido estabiliza la microestructura y reduce significativamente la fragilidad.
Enlaces relacionados
- Leed, RM (Año de publicación). SOLUCIONADOR DE PROBLEMAS DE FABRICACIÓN DE HERRAMIENTAS Y Matrices (p. 244). Sociedad de Ingenieros de Manufactura. ↩︎


